8.7.11

Flaneurs




En el casco histórico de Quito, este verano. La calle (La Ronda) se despliega sinuosa y pródiga a pequeños restaurantes y bares en lo que fuera la zona bohemia de la capital ecuatoriana. Después de la medianoche se abren las cantinas con ofertas de karaoke y salsa. Cenamos tempranito para zafar del bullicio y aparece un dúo de musiqueros terciando alguna típica con un bolero _Manzanero for ever and for export_ para los turistas.
Es imposible ya pensar un mundo que no esté preparado para los que andamos de paso. El efecto es paradójico: viajamos para conocer y nuestros anfitriones intentan que nos sintamos "como en casa".
Esto me hace pensar en Benjamin y su "Infancia en Berlín hacia 1900", un texto escrito con los nazis pisándole los talones, en el que evoca y reconstruye la ciudad como un flaneur de su propia memoria. ¡Esos son viajes!

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